Aprendiendo de los mejores…

Y aún así, fallando….y fallando a dos niveles: cuando nos fallamos a nosotros mismos y a los que habían depositado su confianza en nosotros.

¿Por qué nuestro cerebro nos juega esas malas pasadas? ¿Por qué cuando más queremos impresionar, más metemos la pata? ¿Son los nervios? ¿Es estar más preocupados por demostrar que por centrarse en lo que tienes que hacer? ¿¿¿Pero por qué es esto incompatible???

Indudablemente. Pero ¿¿por qué ocurre aún a pesar de saberlo, prevenirse y tratar de superarlo?? Isra García lo describe a la perfección, insuperablemente con este post en su blog:

Aprender a Fallar

«A veces fallamos por el miedo a declarar victoria.»

Que gran verdad!!! Algunos tenemos la extraña e incomprensible manía de no querer ser alabados ni reconocidos, aunque no nos disguste, lógicamente, pero no nos «atrevemos» a hacer algo meritorio públicamente porque no SABEMOS aceptar ese reconocimiento público. Además, si eso entraña que otros queden «descartados», haremos lo posible para no destacar aún resultando en perjuicio nuestro. Eso es de tontos o es pura autodestrucción, ¿no?

«Lo importante no es fallar, sino declarar. Con el tiempo lograrás ser mejor dominando tu arte y el margen de fallo se irá reduciendo drásticamente.»

Aqui falla algo…con el tiempo, todo lo contrario, inexplicablemente, casi se me da peor y no pierdo la ocasión de fallar siempre y cuando sea «cuánto más relevante, más fallo.»

«Fallamos porque no creemos en nosotros mismos con la suficiente determinación y convicción.»

En efecto, la autoconvicción es fundamental: si crees en ti, tienes mucho trabajo hecho. Lo se, entonces ¿por qué no lo pongo en práctica? ¿por qué dudar siempre tanto de uno mismo, de sus conocimientos y aptitudes? ¿Por qué esa eterna sensación de no estar preparada, de no tenerlo todo bajo control, de no tenerlo todo dominado?

«Déjame que te diga que no fallas porque no tienes nadie a tu lado, sino porque necesitas que alguien esté a tu lado para no fallar.»

Me encanta esta puntualización: es fundamental en mi caso. Sola he logrado y puedo lograr grandes cosas, pero porque son casos en que no cuento con nadie, sin embargo…si necesito que alguien determinado esté a mi lado, porque considere que es la persona indicada (no pretendo imposibles sino que espero que sea alguien relacionado con el tema ocupando «su» lugar) y no lo está o no de la manera que he imaginado, esperado o deseado….se acabó, todo se trunca, es un contratiempo que activa el autobloqueo y nada puede sacarme de ahí…o quizás un gran toque, una fuerte llamada al orden…lo ignoro porque, por lo general, quienes están presentes no intervienen de ese modo. Entonces, me siento sola, abandonada, «délaissée» y fallo, fallo estrepitosamente, sin remisión. Y eso que no soy de las que se amilanan a la primera de cambio,  soy luchadora y solitaria, soy muy capaz de enfrenarme sola a muchas cosas….sin embargo, me ocurre esto contra todo pronóstico.

«No necesitas permiso, ni seguridad, ni estabilidad, menos a alguien que te diga si lo haces bien o lo haces mal, si tienes que ir por aquí o por allá. Si puedes o no puedes hacer esto o lo otro, si debes o no.»

De hecho, es incluso contraproducente porque me crean dudas y, según mi estado, puedo tender a hacer más caso del debido, confundiéndome con esos consejos y/o críticas.

«Fallas cada vez que piensas que fallas antes de empezar algo. Fallas cuando te dejas llevar por el Dark Side. Fallas cuando escuchas esa crítica, cuando te afecta y fallas cuando intentas complacer a alguien. Fallas cuando intentas encajar y no pensar de manera extraña, fallas cuando haces desaparecer la curiosidad

Todas estas frases recogen EXACTAMENTE mi caso, lo que me lleva a pensar que lo que me ocurre no es tan extraño, a otros ha ocurrido también, no estamos solos en el Universo aunque sí lo estamos cuando lo afrontamos.

«Fallas cuando dejas de amar, de creer, de sentir, de vivir y de reír.»

Así es!!! Esto es exactamente lo que ocurre durante ese trance: dejas de amar, te abandonas, no pones pasión, (no porque no la tengas, es un acto de represión), no te centras, no te involucras y, sobre todo, dejas de reir….le dotas de una gravedad desmesurada, un agujero negro que no te deja escapar.

Gracias Isra García!!

– See more at: http://isragarcia.es/aprende-a-fallar#sthash.n0Q6Rvzt.dpuf

Deja un comentario

A great WordPress.com site